Hace una semana os hablábamos de algunos criterios que tiene que cumplir un niño/a con TDAH, hoy queremos compartir con vosotros algunas orientaciones y pautas que el servicio de Servicio de Neurología Pediátrica del Hospital Universitario La Paz (Madrid) ha elaborado, y está dirigido tanto para niños/as con TDAH como para padres y madres.
Consideramos de gran utilidad y queremos compartirlas con vosotros:
Pautas para el niño/a
1- Pide que te repitan instrucciones.
2- Anota en una libreta aquello que necesites recordar, cada tema en distintas secciones y lleva siempre la libreta contigo.
3- Escribe notas recordatorias y colócalas en lugares visibles (frigorífico, espejo, armario…).
4- Crea una rutina diaria y utiliza alarmas (despertador, móvil…).
5- Elabora una lista con lo que necesitas hacer.
6- Elabora un calendario para realizar las tareas.
7- Divide las tareas en pequeños grupos.
8- Fija una fecha o una hora límite para cada tarea.
9- Asegúrate de que las terminas.
10- Trabaja en un lugar silencioso.
11- No hagas varias cosas a la vez.
12- Cuando trabajes, haz pequeños descansos.
13- Haz ejercicio, sigue una dieta equilibrada, duerme suficientes horas.
Pautas para padres:
1- Prestar atención al niño escuchándole y hablándole con paciencia, comprendiendo su patrón de conducta y explicándole los planes para ayudarle.
2- Que el niño no vea discordancias entre los padres respecto a las pautas de actuación.
3- No actuar con él de forma excesivamente permisiva. Es conveniente que le proporcionen pocas normas de conducta pero que éstas sean claras y coherentes. Un ambiente sin una normativa clara aumenta la ansiedad y confusión del niño. Utilizar el “no” cuando el niño pida o exija cosas poco razonables y explicar el por qué de forma precisa y razonada.
4- Utilizar los intereses del niño y emplearlos como motivación para ayudarle a aprender de forma más eficaz. Por ejemplo “cuando terminemos esta tarea puedes jugar con la videoconsola”.
5- Aumentar su autoestima y confianza en sí mismos, ponderando sus éxitos por modestos que sean, no resaltando sus fracasos o afeando su conducta de forma reiterada.
6- Mantener en casa unas normas de vida, consensuadas previamente por los padres. Por ejemplo, mantener si es posible el horario de actividades diarias (baño, comidas, tareas…).
7- Evitar estímulos de alta intensidad (ruidos, luces, gritos). El niño responderá de forma exagerada a estos estímulos, gritos u órdenes fuertes.
8- Comunicar al niño con suficiente antelación cualquier posible cambio en la dinámica del hogar de forma que pueda adaptarse a ella.
9- Hacerle partícipe de las tareas domésticas que pueda realizar según sus capacidades y alabarle cuando intente actuar por sí mismo.
10- Comentar tranquilamente con él sus malas actuaciones y errores, explicándole que es necesario evitar las prisas y pensar antes de actuar. Es bueno que piense en alternativas a sus equivocaciones para no repetirlas.
11- Diferenciar entre las conductas voluntarias y las involuntarias. Los castigos aplicados a las acciones voluntarias deberían ser consecuencias lógicas de sus actos.
12- Situar al niño mientras hace los deberes en un lugar próximo al suyo para mantener contacto visual y más supervisión. Evitar estímulos que les distraigan (ventana, mesa desordenada, juguetes, etc.).
13- Es conveniente dar órdenes claras y concisas, acompañando estas órdenes de contacto ocular y si es necesario haciéndoles repetir al niño en voz alta.
14- Resaltar el éxito y no el fracaso. Motivación constante. Use lenguaje positivo usando frases como “tú puedes hacerlo”, “¡qué bien lo has hecho!”.
15- Controlar la “intendencia escolar” antes de ir al colegio como si fuera una asignatura más (agenda, libros, lápices, etc).
16- Preocupar fraccionar las tareas y deberes a realizar en casa, utilizando tiempos más cortos. Las tareas largas deben dividirse en partes.
17- Recordar también que algunos de estos niños presentan un “odio a leer”. Organizar la lectura de manera que se motive al niño.
18- Evitar llamadas de atención en público. Comentar su comportamiento en privado.
19- Tener en cuenta que su comportamiento empeora en ciertas situaciones con menor control (cumpleaños, reuniones familiares, etc.).
20- Utilizar como castigo “la ausencia de premio”. Evitar castigos físicos o muy prolongados, suelen ser contraproducentes y de escasa eficacia.
21- Cuando haga algo bien, reforzarlo con una sonrisa o una palabra de elogio. El refuerzo positivo con un sistema de “puntos” puede ser muy beneficioso.
22- Ante la hiperactividad motriz, permitirle la posibilidad de moverse en situaciones tales como: tiempo de comidas, deberes, etc.
23- Las actividades extraescolares son importantes para estos niños, siempre que les gusten y que sirvan para mejorar su autoestima.
24- Mantener entrevistas personales con el profesor/a cada cierto tiempo, supervisando el trabajo escolar del niño.
En resumen, convertir el entorno familiar en un ambiente favorecedor para el niño con TDAH y no en un ambiente hostil.
Podéis descargar estas pautas en el pulsando en este AQUÍ.