MIS HIJOS SE PASAN EL DÍA PELEANDOSE

Esta frase es más habitual de lo que muchos papás y mamás creen. Lo primero que debemos tener en cuenta es que no por el hecho de que sean hermanos necesariamente tiene que llevarse bien y deben compartirlo todo. Esto no siempre ocurre y en nuestra mano está mejorar las relaciones entre hermanos que por razones de poca afinidad, celos… no terminan de encajar. 

Para conseguir este objetivo debemos tener claro que es mejor la calidad que la cantidad. Es decir, obligar a nuestros hijos a que pasen mucho tiempo juntos no tiene porqué favorecer una buena relación. En cambio, buscar momentos puntuales donde puedan jugar juntos y lo pasen bien, quedando un recuerdo positivo y no de conflicto, hará que les apetezca volver a pasar un rato juntos. 

Por otra parte, esos ratos que pasan juntos debemos buscar y reforzar la cooperación. Esto significa que podemos proponer juegos donde tengan que trabajar juntos por un objetivo y que nosotros debemos premiar la actitud de cooperación que se desencadenará en el juego, por ejemplo con nuestra atención e interés por lo que hacen juntos.

Otro punto importante para mejorar la relación entre hermanos es dejar las normas claras, especialmente con los juguetes. Frecuentemente se da la situación en las que uno de los hermanos se queja porque el otro le ha quitado un juguete o porque el quiere jugar a ese mismo juego pero lo está utilizando el otro. Tres normas básicas que podemos establecer con ellos podrían ser:

  • Los juguetes de cada uno son de cada uno, y no tiene porque dejarlos al otro si no quiere.
  • Podemos intentar pedirle prestado un juguete al otro, pero si nos lo deniega lo tendremos que aceptar.
  • Los juguetes que son de los dos los podrá usar el primero que los ha pedido, sin abusar del tiempo (lo podemos marcar nosotros), después tendrá que dejarselo al otro. 

Cuando elaboremos estas normas debemos dejar claro lo que podría pasar si decidimos no prestar un juguete (ej. “luego puede que él no quiera dejarte un juguete si decides no dejárselo tú), y darles estrategias de cómo pedir prestado un juguete (ej. “Si me dejas el barco, yo te dejo los coches”). 

Como siempre, os recomendamos acudir a un profesional que os pueda orientar. Es frecuente los casos de celos entre hermanos y de conflictos constantes entre ellos; con unas sencillas pautas podéis disminuir la tensión y mejorar la convivencia. 

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