DIFERENCIAS ENTRE ANSIEDAD Y ESTRÉS

Es muy común hablar de estrés y ansiedad como si fueran algo similar. En este pequeño artículo vamos a tratar de entender qué significan realmente estos concepto.

EL ESTRÉS

Es un proceso de adaptación que se origina cuando las demandas ambientales superan la capacidad adaptativa de un organismo, es decir, cuando las exigencias del medio son superiores a los recursos que tenemos para enfrentarnos a ellas. Dicho coloquialmente, cuando nos sentimos superados por la situación.

Cualquier cambio en nuestras vidas que requiera adaptarnos representa estrés (despidos, muerte de un familiar, mudanza, embarazo…), si bien éste será adaptativo siempre que las respuestas frente a las demandas del medio sean adecuadas y asumibles fisiológicamente por el organismos, y la persona así lo perciba. A este tipo de estrés se le llama euestrés (un estrés bueno que facilita la adaptación al cambio).

Por ejemplo, un ascenso en el trabajo implica cierto estrés, que facilita que la persona esté pendiente de realizar todas las funciones correctamente, esté volcada en aprender todo aquello que sea nuevo en su puesto y poder asumir su nueva responsabilidad.  Si esta persona se percibe como competente, tiene herramientas y recursos para poder llevar esta tarea a cabo, su estrés será facilitador para la adaptación a este cambio, le permitirá adaptarse de forma correcta y eficaz a su nuevo puesto de trabajo.

En cambio, si esta persona se percibe como incompetente, sin recursos, piensa que no tiene tiempo, se le suman cargas familiares que hace que le imposibiliten poder dedicar tiempo a su nueva responsabilidad, si no tiene con quién dejar a sus hijos cuando ella o él estén trabajando, etc. Esta persona es probable que sufra dificultades para adaptarse, y que el estrés no cumpla su función, a priori, adaptativa.

Por lo tanto, si las demandas del medio son excesivas, intensas y/o prolongadas, superan nuestra capacidad de adaptación del organismo y la persona se percibe sin recursos para afrontar la situación, la adaptación al cambio no será eficaz, llamándose distrés (estrés negativo que no posibilita la adaptación). Este tipo de estrés disfuncional podría desembocar en otros problemas de salud: alteraciones psicofisológicas (en el sueño, la alimentación, las relaciones sexuales…), alteraciones emocionales (ansiedad, depresión…), neurovegetativas (dolencias musculares, digestivas…), alteraciones en nuestro rendimiento (concentración, memoria…), debilitamiento del sistema inmunológico, etc.

Una investigación publicada en el 2004 por una Universidad de California encontraron que el estrés crónico provoca que se acorte la vida de nuestras células y hace que envejezcamos más rápidamente. Este estudio saca a relucir la importancia que tiene prevenir el estrés y, cuando la situación nos supere, solicitar ayuda para no desarrollar estrés crónico.

LA ANSIEDAD

Cuando se da una respuesta de estrés suele ir acompañada de reacciones emocionales, tales como la ANSIEDAD, sin embargo, la ansiedad también puede ser una reacción emocional de alerta ante una amenaza que puede originarse sin agentes estresantes. De hecho, los trastornos de ansiedad no dependen de las existencias de agentes estresantes, aunque las personas que tienen ansiedad son más vulnerables a las situaciones de estrés.

Señalar que, al igual que ocurría con un tipo de estrés, con la ansiedad sucede algo similar, pues se trata de una reacción emocional adaptativa. De hecho, la ansiedad es una respuesta innata en nuestra especie cuyo objetivo es la supervivencia. Por ejemplo si vemos un león, nuestro cuerpo se preparará para atacar o huir, y será gracias a que nuestra ansiedad se activó y nos puso en alerta.

Si bien, puede ocurrir que la ansiedad nos juegue una mala pasada, por ejemplo si se dispara en situaciones inocuas, que no suponen un peligro o una amenaza (por ejemplo, viajar en metro, subir en ascensor…), en estos casos no será adaptativa y tendremos que tener en cuenta en qué grado afecta a diferentes áreas de nuestra vida, como por ejemplo, si subir en ascensor me provoca ansiedad y trabajo en un décimo piso, la ansiedad estará interfiriendo en mi actividad laboral y por lo tanto podrá suponer un problema.

Por lo tanto, las diferencias entre estrés y ansiedad están en que mientras que el estrés es una respuesta específica en una situación determinada que nos facilita adaptarnos a ciertos cambios que están ocurriendo en nuestra vida, la ansiedad es una reacción emocional que puede darse cuando sentimos estrés o puede darse sin que haya ninguna agente estresor. 

Deja un comentario