¿LA FÓRMULA DE LA PAREJA FELIZ?
¿Existe una relación perfecta para tener una vida de pareja feliz? La respuesta no la tenemos, pero si sabemos que es lo que hace una pareja funcione: la satisfacción, la buena comunicación y las expectativas ajustadas y realistas.
La satisfacción en pareja consiste en que el número de refuerzos o situaciones agradables en pareja sea superior al número situaciones de tensión. Por ejemplo, tener un paseo agradable con nuestra pareja será un potenciador de emociones positivas, y por lo tanto de la satisfacción que sentimos. De la misma manera, levantarnos con un beso, que nos digan un piropo o una relación sexual placentera favorecerá que la satisfacción en pareja aumente. Será por tanto, el aceite que tenemos que echar a los engranajes de la pareja para que funcionen sin problemas.
Por otra parte, la comunicación es fundamental en pareja ya que nos dirá la dosis exacta de aceite que debemos echar y a que engranaje en concreto debemos prestar atención. Para que la comunicación sea eficaz debemos trabajar las habilidades de negociación y empatía. La negociación hace referencia a la capacidad de ser capaz de contemplar los deseos del otro al mismo tiempo que los nuestros, y a partir de ahí ceder, acordar y pactar para que ambas partes puedan salir beneficiadas de alguna manera. Por ejemplo, podemos comunicar el deseo de ir a una cena con nuestras amigas, mientras que nuestra pareja quiere ir a ver un partido que echan justo hoy y que no televisan, y ninguno se puede quedar con los niños. Podríamos en este caso negociar para que ambos salgamos beneficiados, hoy vas tú a ver el futbol y yo me quedo con los niños y mañana será al contrario.
En cuanto a las expectativas, son la posición exacta de los engranajes. Si están mal colocados, aunque en un primer momento puedan funcionar, acabarán dando problemas. Unas expectativas desajustadas de nuestra pareja nos llevará a esperar cosas de él o ella que distan de la realidad, como por ejemplo dar por hecho que nuestra pareja nos va a comprender en todo momento o tener la expectativa de un amor romántico para el resto de nuestra vida.
Si bien, estas son sólo algunas pinceladas y cada pareja es un mundo, podrían considerarse tres pilares primordiales a trabajar en una relación de pareja.